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Lección 8 La iglesia de Antioquía y las misiones | Hechos

Actualizado: 21 dic 2019


Hoy veremos cómo todo empieza a girar en torno a la iglesia en Antioquía, la cual se convierte en la iglesia más importante de la época neo testamentaria, convirtiéndose en el centro de misioneros, como vimos por encima en otra clase anterior. Vamos a cubrir desde el capítulo 11 al capítulo 14 incluido, un total de cuatro capítulos en la clase de hoy.




Vamos a comenzar leyendo en Hechos 11:20-30




Vamos a destacar algunas cosas acá:


Primeramente, destacar algo que quizás haya pasado desapercibido hasta ahora y es el hecho de que desde el capítulo 6 donde se eligieron a siete diáconos para ayudar a los apóstoles en la administración del alimento a las viudas y necesitados en la iglesia de Jerusalén, hasta este capítulo 11, vemos como destacan como personajes de la narrativa, tres de esos diáconos, Esteban, como primer mártir de la iglesia, Felipe como el evangelista que lleva las buenas nuevas a Samaria y por último Bernabé, como mentor de Pablo, y ministerio encargado de fortalecer a la iglesia de Antioquía y poco después como misionero fundando nuevas iglesias y nombrando ancianos en ellas.


¿Qué quiero decir con esto? Su ministerio al comienzo fue una tarea en teoría sencilla, pero su fidelidad y compromiso, junto al llamado de Dios, hizo que estos hombres fueran instrumentos de Dios para tareas de mayor responsabilidad en su reino. Estos hombres comenzaron como diáconos, sirviendo en tareas sencillas por decirlo de alguna manera, pero su ministerio posterior fue el de evangelistas y misioneros, en el caso de Bernabé hasta con funciones apostólicas con el respaldo de la iglesia de Antioquía.



Ahora una cosa interesante es la segunda parte del verso 26 dice: “a los discípulos se les llamó por primera vez cristianos en Antioquía”.


Ustedes tienen que saber que, en la Escritura, en el Nuevo Testamento básicamente, la palabra “cristiano” sólo aparece tres veces; aparece aquí, en el capítulo 26:2, y luego en 1 Pedro 4:16 aparece la palabra “cristiano”. No aparece la palabra cristiano muy a menudo en el Nuevo Testamento y era básicamente una palabra usada por la gente de afuera y no por la gente de la iglesia.


Sin embargo, este término “cristiano” encierra nuevamente la idea de testigo, ¿por qué?, porque al decir que los discípulos de Jesús son cristianos, esto quiere decir que son pequeños Cristos o son de Cristo, entonces nuevamente los discípulos de Cristo proclaman la gloria del Señor y al mismo tiempo son pequeños Cristos porque su carácter refleja la imagen de Cristo en sus vidas, ya no se les podía llamar simplemente los discípulos, se les llamo pequeños Cristos o los cristianos. Es una clara representación de que sus vidas no solamente reflejaban las enseñanzas de su maestro, sino que sus vidas eran una imitación del maestro; por lo tanto, no era solamente lo que hablaban, sino lo que vivían. Ese es básicamente el ideal del testigo bíblico: yo comparto las enseñanzas de Jesús, pero también estoy viviendo las enseñanzas de Jesús.



Otro detalle a destacar acá es que aquí hay un nuevo nombre que aparece en el libro de los Hechos de los Apóstoles, y es “ancianos”. Recordemos que hasta antes, los que recibían todo eran los apóstoles, pero en Hechos 11:30 aparece que los que reciben la ofrenda van a ser los ancianos, la ofrenda no sería entregada a los apóstoles sino a los ancianos quienes eran los nuevos responsables de las finanzas de la iglesia. Luego de la dispersión de los primeros diáconos, recordemos que los primeros diáconos fueron esparcidos. Más adelante veremos cómo los ancianos van ocupando un lugar importante de liderazgo junto con los apóstoles, y años después los apóstoles desaparecen de la escena de Jerusalén y los ancianos ejercen el liderazgo oficial de la iglesia, o sea el apostolado va menguando; los apóstoles, dice la traducción: salen dispersos a predicar en diversos lugares y los que empiezan a ocupar el liderazgo en la iglesia son los ancianos.



Los ancianos fueron los encargados de pastorear las iglesias locales, posteriormente en las diferentes epístolas encontramos también el nombre de pastores e incluso obispos, pero viene a ser lo mismo, anciano que pastor que obispo y siempre se transmite la idea de que eran varios y no sólo uno por iglesia, lo cual es bueno por testimonio y para que no haya envanecimiento en la figura de una sola persona o posible mal uso de “autoridad”. Lo que vemos también a lo largo del NT, con varias referencias aquí en el libro de Hechos, en las epístolas e incluso en el libro de Apocalipsis, es el hecho de que, dentro del grupo de ancianos o pastores, había normalmente una persona que tomaba el liderazgo, lo cual siempre es necesario y concuerda con la forma en que Dios ha establecido las cosas desde el principio partiendo con el matrimonio bajo el liderazgo del hombre. Pero el hecho de que fuera la voz cantante no significaba que tomara decisiones a su antojo, sino que había un consejo democrático de ancianos como veremos en la próxima clase en el capítulo 15.


La iglesia por tanto estaba liderada por los ancianos que se encargaban de las tareas administrativas y de ministrar espiritualmente a la iglesia local.


¿Cuál debe ser nuestra actitud respecto a los ancianos (pastores)?






Y básicamente los ancianos ejercían dos tipos de ministerios en cuanto al alimento espiritual se refiere, uno era el ministerio de profeta y otro el de maestro. Vamos a saltarnos por un momento el capítulo 12, luego volveremos a él y veamos lo que nos dice en Hechos 13:1-3




¿Cuál es la diferencia entre los profetas y los maestros?



Básicamente no podemos hablar de una diferencia muy estructurada porque es el nacimiento de la iglesia, pero los profetas eran básicamente los que hablaban en el nombre del Señor, el mensaje de los profetas era un mensaje de exhortación, un mensaje de edificación, era un mensaje de consolación, eso es lo que 1ª Corintios 14:3 en donde el apóstol Pablo nos explica cuál es el ministerio de la profecía en el Nuevo Testamento es “edificación, consolación, exhortación”, era un mensaje de Dios específico para las circunstancias que estaban atravesando el pueblo de Dios.




¿Quiénes eran los maestros? Maestros eran los que enseñaban la palabra de Dios, pero de manera sistemática. Los que enseñaban la palabra de Dios de manera sistemática, las enseñanzas, la doctrina, la historia de la vida de Jesús.



Volvamos pues a la narración de Hechos. Nos encontramos al final del capítulo 11 que, debido a la hambruna, se levanta una ofrenda generosa en Antioquía para ayudar a la iglesia de Jerusalén y los encargados de llevarla hasta allí son Bernabé y Saulo.


Leamos Hechos 12:1-5




Ahora en el capítulo 12 nada más comenzar nos narra lo que está pasando en Jerusalén, no sólo están pasando hambre, sino que además están enfrentando de nuevo persecución y en este caso la persecución viene de Herodes Agripa, nieto de Herodes el Grande, su hermana fue la responsable de la muerte de Juan el Bautista. Él gobernaba los territorios de Galilea, Perea, Judea y Samaria. Parece ser que debido a la hambruna y acallar un poco al pueblo y para ganarse el favor de los judíos, le dio por matar a algunos cristianos. A uno de los que mató fue a Jacobo (Santiago) uno de los doce apóstoles, el hermano de Juan. También arrestó a Pedro, pero Dios no permitió que Pedro muriera en esa ocasión.

¿Por qué uno murió y el otro no? ¿Acaso era mejor o más importante Pedro que Jacobo? No. Era el momento de Dios para uno y no era el momento de Dios para el otro, Dios es soberano.


Vamos a saltar la narración de cómo es liberado Pedro de la cárcel y vayamos directamente al final para destacar algo brevemente.


Leamos Hechos 12:16-17



Como vemos acá y como veremos en el capítulo 15, Santiago (el hermanastro de Jesús), es el anciano líder en la iglesia de Jerusalén. Los apóstoles habían sido todos esparcidos con el pasar del tiempo, estaban predicando en diferentes lugares extendiendo el evangelio, y Pedro llevaba un ministerio itinerante, entraba y salía de Jerusalén. Santiago permaneció como anciano líder, como pastor líder en la iglesia de Jerusalén, juntamente con otros ancianos más.


Leamos Hechos 12:24-25



Vemos una vez más que a pesar de la persecución y de las circunstancias difíciles, como la hambruna, la iglesia seguí creciendo. Una iglesia que depende de Dios, es una iglesia fuerte y fructífera.


Bernabé y Pablo dejan su ofrenda en Jerusalén y regresan de nuevo a Antioquía y se llevan junto a ellos a Juan Marcos (el escrito del evangelio de Marcos).


Vayamos ahora a Hechos 13:1-3



Aquí comienza el ministerio apostólico de Bernabé y Saulo, fueron llamados expresamente por Dios para ese ministerio de ir predicando y abriendo iglesias y estableciendo líderes en esas iglesias. Dios los llamó expresamente a ellos y fue algo revelado en el Espíritu en donde toda la iglesia de Antioquía participó dando su consentimiento, imponiendo las manos en señal de “estamos con vosotros, adelante con aquello a lo que Dios os llama”.


Ahora de manera interesante la palabra que se traduce como “enviaron” es literalmente la palabra soltar, si lo leemos literalmente dice: “y después de haberle impuesto las manos sobre ellos los soltaron”, ¿cuál es la idea de soltar? como dando a notar que fueron dejados en libertad para que puedan obedecer a la voz del Espíritu Santo sin mayores restricciones, o sea fueron soltados a la obra que el Espíritu Santo tenía para ellos. Los dejaron en libertad o sea los despidieron o los enviaron.


Sigamos leyendo en Hechos 13:4-5



El primer viaje misionero fue en dirección a Chipre, veámoslo en el mapa.




La expedición estaba formada por Bernabé (posiblemente como la voz cantante del grupo), luego por Pablo y como ayudante iba el joven Juan Marcos.

¿Por qué se escoge Chipre en el primer lugar?, no lo sabemos, pero lo que sí sabemos es que Bernabé era chipriota, por lo tanto, era un buen motivo empezar a evangelizar por la isla que Bernabé conocía muy bien.


Nos vamos a saltar varios versículos, su predicación por Chipre tuvo éxito, personas creyeron y hasta un cónsul romano se convierte, ellos salen de Chipre en dirección a Panfilia (Turquía) y llegados allí Juan Marcos deserta. No sabemos el por qué.


Leamos Hechos 13:13-14



Este equipo misionero original estaba formado por Bernabé, su sobrino Juan Marcos, y Pablo, ahora ya llamado Pablo, tienen un quiebre en este momento, la razón de ese quiebre no lo conocemos, lo que sí sabemos es que cuando Bernabé intenta nuevamente llevar a Juan Marcos para un siguiente viaje misionero Pablo se opone rotundamente hubo un gran desacuerdo entre ellos, porque Pablo en este momento consideraba a Juan Marcos como un desertor, como alguien que había abandonado la obra, como alguien que había huido del llamado de Dios, y eso hizo que Bernabé tomara a Juan Marcos en un siguiente viaje misionero y que Pablo tomara a Silas y se separaran para siempre.


Entonces Lucas no nos da la razón de esta ruptura, no nos dice que pasó, no lo sabemos, lo único que se nos muestra hermanos es nuestra debilidad humana, nuestra inconsistencia, nuestra fácil ruptura, capacidad de rompernos, creo que esta primera ruptura misionera, es la primera de muchas que han sucedido en la historia, pero lo que también se nos muestra es la soberanía de Dios, porque el Señor sigue gobernando su plan, y este Juan Marco, se convertiría luego en el evangelista Marcos y un hombre que al final del ministerio de Pablo, Pablo aún lo reconocería como un siervo útil, pero eso no quita el hecho de que en algún momento ellos rompieran la empresa que estaban organizando y simplemente sucediera algo doloroso, porque Juan apartándose de ellos no regresa ni siquiera a Antioquia, sino que él regresa a Jerusalén.


Sea como fuere aprendemos una lección aquí y es que el ministerio no es fácil, vamos a tener ganas de abandonar, de volver a la comodidad del hogar, de lo conocido, donde me manejo con facilidad, porque no nos gusta la incomodidad, no nos gusta pagar el precio y quizá empecemos cosas que no terminemos porque son difíciles. A veces decimos, esto está duro, hay muchas trabas, no es de Dios. Pensar así es una incongruencia, porque en medio de las dificultades es donde Dios hace lo que el ser humano no puede hacer, para llevarse Él la gloria, porque sólo Él la merece. Si todo fuera fácil posiblemente nos colgaríamos las medallas nosotros, pero cuando la obra de Dios sólo es posible llevarla a cabo en las fuerzas del Espíritu entonces uno es consciente que es Dios el que obra.

Juan Marcos tuvo que vivir una experiencia así para darse cuenta que servir al Señor no es cualquier cosa. Lo maravilloso de esto es que Dios no lo despreció, sino que le dio una segunda oportunidad, y podemos dar gracias de que tenemos un Dios que nos comprende y que es compasivo, conoce nuestras debilidades y flaquezas, pero no tira la toalla con nosotros.


Nos saltamos varios versículos en donde Pablo predica en la sinagoga de Antioquía de Pisidia, vayamos a Hechos 13:42-46




A partir de aquí vemos como los judíos rechazan el evangelio y entonces Pablo empieza a centrarse en los gentiles.


Leamos Hechos 13:50



Esto mismo pasó en Iconio, en Listra y Derbe, los judíos los rechazaron y hasta llegaron a apedrearlos y dejarlos casi muertos.


Leamos Hechos 14:1-2



Y para terminar Hechos 14:19-28






Quiero destacar lo que dice el verso 22 “y les recordaron que debemos sufrir muchas privaciones para entrar en el reino de Dios.” Esta es la realidad hermanos, no podemos confundirnos y esperar el cielo en la tierra.


Me encanta como dan el informe a la iglesia, un informe positivo, como Dios les había abierto la puerta de fe a los gentiles, no lo vieron como algo negativo a pesar de la oposición y persecución.


Por último, nos dice el texto que Pablo y Bernabé se quedaron allí por mucho tiempo, posiblemente algunos años.

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