Lección 7 Los libros de sabiduría: Eclesiastés | Vivir con integridad y sabiduría
Actualizado: 27 may 2019
El audio de la clase :
Después de haber visto el libro de Proverbios, continuamos con el siguiente libro de sabiduría que es Eclesiastés.
Hagamos un breve repaso de lo que dijimos acerca de los libros de sabiduría.


El propósito del libro de Proverbios vimos que era adquirir sabiduría para la vida diaria.
El propósito del libro de Eclesiastés es revelarnos el sentido de la vida.
En cuanto a Job, su propósito es demostrar la soberanía de Dios y confrontar el asunto del sufrimiento.
Juntos los tres nos dan una comprensión completa de cómo vivir una vida de sabiduría, primero porque Proverbios nos da pautas prácticas y nos insta a buscar la sabiduría de Dios fundamentada en el temor del Señor, luego porque Eclesiastés nos explica el sentido de la vida, en esa búsqueda del ser humano por encontrar sentido a su vida, sentido a su existencia, y también nos muestra que aunque la vida es confusa para todo ser humano, la vida tiene sentido en Dios. Por último, Job nos revela la soberanía de Dios, que es imprescindible de entender y aceptar para poder vivir en esta vida con sabiduría, aún en medio del sufrimiento al que todos estamos expuestos mientras vivamos en esta tierra.
Dicho esto a modo de introducción, vamos a empezar a desarrollar el libro de Eclesiastés y su mensaje.

¿Qué significa "Eclesiastés?

La palabra "Eclesiastés" viene del griego y significa "el predicador", es una traducción que hizo Martín Lutero cuando tradujo la biblia del latín al alemán, y realmente no es muy acertada con respecto al original en hebreo que es "Qoheleth" que significa "maestro".
Un predicador es alguien que enseña o da a conocer una doctrina religiosa, por tanto, está enseñando en teoría algo bueno, palabra de Dios. En cambio, un maestro es alguien que puede enseñar algo bueno, o algo malo, o ambas cosas. Y este detalle es muy importante, por el hecho de que el libro de Eclesiastés no está escrito por un predicador que nos enseña algo bueno de Dios, sino que está escrito desde la perspectiva de un maestro que habla desde su opinión humana deprimente, sin tener en cuenta a Dios. Dios permite este libro y toda esa exposición de ese "maestro" para luego llegar a una conclusión correcta acerca del sentido de la vida. Esto es muy importante tenerlo en cuenta porque sino podemos llegar a sacar conclusiones erradas al leer el libro y tomarlo como consejo de Dios para aplicar, cuando realmente es una perspectiva humana, una exposición de cómo piensa y siente acerca de la vida el ser humano sin tener en cuenta a Dios.
Veamos algunas consideraciones más, que son muy importantes para poder entender este libro:



Salomón fue el que escribió el libro de Eclesiastés.
Y él nos narra su experiencia de vida, lo que él vivió y sintió durante la mayor parte de su vida estando alejado de Dios; ese es el maestro que está enseñando, contándonos su opinión de su perspectiva de la vida durante esas vivencias que tuvo alejado de Dios.
Después de narrarnos esa experiencia humana sin Dios, que ocupa desde el capítulo 1 al 11, casi el 95% del libro, entonces concluye desde la ancianidad, donde ha vuelto al temor del Señor y da una perspectiva de la vida con Dios, dónde ahí sí que tiene sentido la vida, aunque siga siendo confusa para todos.

Por 38 veces encontramos esa frase de "vanidad de vanidades, todo es vanidad" en Eclesiastés. Esa es la conclusión que ese maestro hace de la vida sin Dios.
Realmente la palabra "vanidad" no es la mejor traducción para el original en hebreo que es "hevel" que significa: humo, vapor, neblina. La idea del original más bien es transmitir la idea de que la vida es confusa, que cuesta descifrarla y verle el sentido a las cosas, como cuando la niebla cubre todo.

A veces los cristianos en momentos hemos usado esa frase de "vanidad de vanidades, todo es vanidad", cuando realmente no es así, porque eso expresa el sentir de alguien que no tiene a Dios, para alguien así antes o después llegará a la conclusión en su vida, de que la vida no tiene ningún sentido, pero para los hijos de Dios no, para nosotros tiene mucho sentido, mucho valor, a pesar de que a veces sea difícil y confusa, y no entendamos muchas cosas.
Para apoyar esa conclusión, el maestro reúne una serie de argumentos que va desgranando después de haber examinado las diferentes filosofías de la vida:

Veamos en el capítulo 1 la introducción que el maestro hace de su exposición humana, como dice él mismo, "bajo el sol", es decir, sin tener en cuenta a Dios.
Eclesiastés 1:2-14 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Nada tiene sentido
2 «Nada tiene sentido —dice el Maestro—, ¡ningún sentido en absoluto!».
3 ¿Qué obtiene la gente con trabajar tanto bajo el sol? 4 Las generaciones van y vienen, pero la tierra nunca cambia. 5 El sol sale y se pone, y se apresura a dar toda la vuelta para volver a salir. 6 El viento sopla hacia el sur y luego gira hacia el norte. Da vueltas y vueltas soplando en círculos. 7 Los ríos desembocan en el mar, pero el mar nunca se llena. Luego el agua vuelve a los ríos y sale nuevamente al mar. 8 Todo es tan tedioso, imposible de describir. No importa cuánto veamos, nunca quedamos satisfechos. No importa cuánto oigamos, nada nos tiene contentos.
9 La historia no hace más que repetirse; ya todo se hizo antes. No hay nada realmente nuevo bajo el sol. 10 A veces la gente dice: «¡Esto es algo nuevo!»; pero la verdad es que no lo es, nada es completamente nuevo. 11 Ninguno de nosotros recuerda lo que sucedió en el pasado, y las generaciones futuras tampoco recordarán lo que hacemos ahora.
El Maestro habla sobre la inutilidad de la sabiduría
12 Yo, el Maestro, fui rey de Israel y viví en Jerusalén. 13 Me dediqué a buscar el entendimiento y a investigar con sabiduría todo lo que se hacía debajo del cielo. Pronto descubrí que Dios le había dado una existencia trágica al género humano. 14 Observé todo lo que ocurría bajo el sol, y a decir verdad, nada tiene sentido, es como perseguir el viento.
Él transmite la idea de que no tiene importancia lo que hagamos, de que somos insignificantes y que nadie nos recordará, que todo pasa y que de la Creación, somos los menos importantes. Sabemos que esto no es así porque Dios nos creó a su imagen y semejanza, somos la creación más importante, más preciada de Dios, por encima del Planeta Tierra, por encima de todo lo que hay en la tierra. Él nos puso para que señoreasemos la tierra y todo lo que hay en ella, y cuando dimos entrada al pecado, Él vino a rescatarnos, porque somos su tesoro más preciado, somos su ocupación, siendo que Dios no nos necesita, Dios nos ha dado ese gran privilegio de ser la niña de sus ojos. Por lo tanto, nuestra existencia tiene mucho sentido, y todo lo que hagamos o dejemos de hacer tiene relevancia, tiene importancia, y dejaremos un legado, ya sea bueno o sea malo.

Llegados a este punto quiero que veamos estos dos vídeos explicativos del libro de Eclesiastés:
Quiero destacar tres cosas que vemos relatadas en el primer vídeo:
Según el maestro:

Esto lo podemos ver en los siguientes versículos:



Él llega a la conclusión de que la vida no sirve para nada, que hubiera sido mejor no nacer. Esta es la conclusión a la que antes o después muchos llegan en su vida, algunos optan por suicidarse, otros por intentar llenar ese vacío de forma interminable, porque nunca serán capaces de quitarse ese sentir hasta que se encuentren con Dios.
Para Dios somos relevantes, nuestra vida tiene mucha importancia:


De alguna manera que no entendemos, estamos aún por encima en importancia que los ángeles, de hecho los juzgaremos. Somos la creación más importante de Dios, ¿cómo no vamos a ser relevantes? ¿cómo no va a tener sentido nuestra vida?

Nuestra vida tiene un propósito específico, nuestra vida dejará un legado. Fuimos escogidos por Dios para algo en concreto, nuestras vidas tienen mucho valor y relevancia, tienen mucho sentido.
La segunda cosa que el maestro expone es:


El maestro nos iguala con los animales, en cuanto al destino, como si no hubiera eternidad y todos sabemos que el ser humano es eterno, para vida o para muerte, a diferencia de los animales, como nos muestra la Palabra en numerosas ocasiones, por algo vino Cristo a morir por nosotros y no por los animales.
Por último:


Realmente la vida es confusa para todos, a veces no la entendemos, pero no es cosa de la casualidad o el azar como dice el maestro, sino que Dios está al control de todo, y todo lo que ocurre es con un motivo.
En el capítulo 7 deja caer una conclusión desde la perspectiva del temor del Señor, es como si dejara de hablar el maestro desde su perspectiva por momentos y nos hablara desde la perspectiva de una vida con Dios:

Nos advierte en el capítulo 3 de que para todo ser humano hay un tiempo en la vida de vivir cosas buenas y vivir cosas malas, nadie se escapa y esto es una realidad, independientemente de que seamos hijos de Dios o no. Pero el problema es que el maestro llega a la conclusión de que entonces qué mas da lo que hagamos, vivamos de cualquier manera entonces. Sabemos que esto no es así, aún en medio de confusión y problemas, daremos cuenta a Dios por nuestra vida y que en medio de esas circunstancias podemos vivir tranquilos y confiados en que Dios está obrando lo mejor para nosotros.
Conclusiones finales desde la perspectiva de Dios:





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Profesor: Josué Sánchez Conesa