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Lección 7 La iglesia se expande 2ª Parte | Hechos

Actualizado: 21 dic 2019


En la clase anterior nos quedamos al final del capítulo 8, en donde vimos como el evangelio llega a los samaritanos por medio de Felipe y cómo posteriormente los discípulos vienen a certificar y a inaugurar la adhesión de los samaritano a la iglesia, imponiéndoles las manos y teniendo un pentecostés en Samaria con la venida del Espíritu Santo sobre ellos. Como vimos fue un momento muy importante para la iglesia porque era la apertura del evangelio a una raza desechada por los judíos.


El título de la clase anterior de Hechos fue “La iglesia se expande”. Vimos que esto ocurrió por causa de la persecución, tras la muerte de Esteban, el primer mártir cristiano, entre otras cosas. Hoy vamos a continuar la segunda parte acerca de esa expansión de la iglesia, concretamente con la llegada del evangelio a los gentiles, lo cual era impensable para los judíos, al igual que sucedía con respecto a los samaritanos. Para este suceso entran en juego dos actores, uno es Saulo de Tarso, conocido posteriormente como Pablo, del cual nos relata el capítulo 9 su conversión y algunos detalles de sus comienzos en el evangelio, para brincar rápidamente a Pedro que es de quien se usa el Señor una vez más para incorporar a la última raza, los gentiles, a la iglesia. Este hecho tuvo lugar con la conversión de un centurión romano llamado Cornelio.


Leamos primeramente Hechos 8:1-3 para refrescar la memoria con respecto a Saulo, y también Hechos 11:19





Ahora sí, vamos a Hechos 9:1-2



Vamos a detenernos en algunos detalles aquí:


Saulo no se quedó a gusto en que los cristianos salieran huyendo de Jerusalén, así que decidió ir tan lejos como Damasco (Siria), cerca de Antioquía, porque sabía que por esa zona es por donde más cristianos habían huido.


Veamos en el mapa dónde queda Damasco (Siria).



Leamos Hechos 9:3-9




Leamos también lo que nos narra el mismo Pablo acerca de este hecho en Hechos 26:9-11 y 12-18





Curioso detalle que da en el capítulo 26 verso 14 cuando dice “dura cosa te es dar coces contra el aguijón”. El aguijón al que Pablo se está refiriendo en este momento era el que los agricultores usaban en la antigüedad cuando tenían una yunta de bueyes y el buey por alguna razón se desviaba de la línea de trabajo, tenían una pequeña vara de madera como con un clavo en la punta, de tal manera que cuando el buey trataba de desviarse, con el aguijón le daban un pinchazo para que volviera al camino por el que debía andar. Lo que le está diciendo el Señor es por qué tú quieres seguir recibiendo este aguijón contra ti cuando yo te estoy llamando a enderezar tu camino, es muy probable que Saulo a pesar de ser un gigantesco opositor de la Iglesia el Señor ya estaba de alguna manera tocado en su corazón, aunque se resistía y el Señor lo estaba llamando a enderezar el camino, pero él en lugar de enderezar estaba portándose aún más terriblemente.


Esto nos recuerda de aquellas personas que parecen tan duras y reacias contra el evangelio, aunque en el fondo han visto y de alguna manera han sido impactados por el testimonio de otros, a veces familiares, a veces amigos, etc. Pero en la dureza de sus corazones se oponen aún más fuertemente al Señor, pero vemos como Dios en su misericordia y su soberanía puede derribar cualquier corazón endurecido, de la misma manera que puede dejar que se endurezcan más en sus razonamientos, Dios es poderoso para inclinar el corazón humano. ¿Consejo? Sigamos orando por aquellos que están cerca de nosotros porque, aunque parezcan ferozmente reacios al evangelio, quizá Dios les conceda un “Damasco” donde caer y postrarse delante del Señor, que la historia de Pablo nos sirva como ánimo para no tirar la toalla con ninguna persona, uno no sabe en el fondo el debate que hay en su corazón y Pablo nos deja entrever que él tuvo su debate interno a pesar de su reacción externa.


Otro pequeño detalle que quiero destacar de estos versículos, concretamente del versículo 4 y 5, es que Jesús se identifica con nosotros y esto es maravilloso, porque revela la unidad de Cristo con nosotros, somos uno con el Señor, somos su cuerpo. Jesús le dice a Pablo, ¿por qué me persigues? Cuando a quien está persiguiendo es a su iglesia. La iglesia de Cristo somos su cuerpo y lo que le hagan a la iglesia se lo hacen a él, este es el mismo misterio del matrimonio y esto habla de lo mucho que Dios nos ama (leer Mateo 25:31-40). Al mismo tiempo, pone una responsabilidad muy grande sobre nuestros hombros porque representamos a la cabeza que es Cristo, así que debemos honrar como iglesia a Cristo en todas nuestras vidas.


Seguimos leyendo en Hechos 9:10-19





Aquí quiero destacar a Ananías y su obediencia a pesar de saber perfectamente quién era Pablo, como lo recibe, como lo ministra y como le llama hermano.


Y quiero destacar también otro hermoso detalle, en el verso 15 dice “él es mi instrumento elegido”. Interesantemente el Señor no dice él me será un instrumento escogido en el futuro, sino que dice, él me es, o sea él ya es un instrumento escogido para mí, o sea no depende de las características de Saulo, es aquello que el Señor ya ha planeado en su soberanía que Saulo sea a pesar de que en ese momento no era nada más que un terrible pecador y perseguidor de la Iglesia. Por eso Pablo iba a decir más adelante en la Carta a los Romanos que el Señor llama las cosas que no son como si fueran. No te veas como te ves ahora, quizá te valores poco o pienses que no vales nada para Dios, pero lo cierto es que Dios dice de ti y de mí, eres mi instrumento escogido y yo te voy a guiar desde ya cada día en el camino para que seas útil para mi reino.


Ahora bien, ¿qué sucede entonces a partir de aquí con Saulo? Porque si has leído el libro de Hechos verás que de repente desaparece de la historia hasta el capítulo 13. A partir del capítulo 13 hasta el final, el capítulo 28, todo el libro ya gira en torno al ministerio de Pablo.

Pues veamos qué sucede con Pablo durante el transcurso de unos cuantos años, no sabemos exactamente cuántos, pero entre 3 a 4 años.


Leamos Hechos 9:19-25




El verso 23 nos lleva con sorpresa a una frase a la que Lucas nos está acostumbrando, “después de muchos días”, ya no son varios, ahora son muchos días, ¿cuánto tiempo?, bueno esto está en debate y para esto nosotros tenemos que armar un pequeño rompecabezas con el libro de los Hechos y con las Cartas Paulinas para poder saber cuántos días son muchos días.


Definitivamente Saulo tuvo un ministerio temprano por llamarlo de alguna manera, Saulo en este momento él empieza a ministrar tempranamente y dice, “después de muchos días los judíos tramaron deshacerse de él”, ahora, el tiempo en Damasco no fue breve, ¿por qué?, porque nosotros vemos que él fue discipulado y el discipuló a otros también, porque si vemos el verso 25 dice, “pero sus discípulos”, los discípulos de Saulo, o sea Saulo había llegado a tener discípulos, él fue discipulado pero ahora nosotros nos encontramos que él tenía sus propios discípulos.


Entonces el tiempo en Damasco no puede haber sido muy corto, su ministerio entre los judíos de la ciudad y otros lugares causaron tal revuelo que planearon su asesinato, al parecer esto se dio en muchos días, porque dice, “después de muchos días los judíos tramaron deshacerse de él". Entonces estamos hablando de un periodo largo de tiempo que produjo que Saulo tuviera que huir de sus perseguidores como nos cuenta el verso 24 y 25, “pero su conjura llegó al conocimiento de Saulo y aún vigilaban las puertas día y noche con el propósito de matarlo, pero sus discípulos lo tomaron de noche y lo sacaron por una abertura en una muralla bajándolo en una canasta”, y el verso 26 nos dice que él llega a Jerusalén.


Ahora, este testimonio que es muy corto, recordemos que Lucas no tiene la intención de darnos una biografía de Pablo, su intención es mostrar acontecimientos importantes, por eso es que es tan reducido, sin embargo, para poder entender lo que está pasando tenemos que leer Gálatas 1:15-19 porque a través de Gálatas nosotros vamos a poder ubicarnos en la histórica basándonos en el propio testimonio del apóstol Pablo.




Ahora por primera vez tenemos los muchos días convirtiéndose en un período aproximado de tiempo, él dice que él hizo una ruta entre Arabia y Damasco, es muy probable que Saulo de Tarso de alguna manera haya estado realizando un trabajo misionero o un trabajo evangelístico que lo llevó en varias oportunidades de Damasco a Petra que era Arabia en este tiempo, Arabia de los Nabateos, era un reino en ese momento y por lo tanto Saulo realizaba una labor Evangelista, y posterior a eso, tres años después sale de Damasco en dirección a Jerusalén.


Leamos ahora Hechos 9:26-31


Vamos a destacar algunas cosas acá:


La figura de Bernabé, una vez más vemos a un hombre precioso de Dios, que tenía un corazón misericordioso, generoso y lleno de gracia. Es el único dispuesto a no tomar en cuenta el pasado de Pablo y se lo presenta a los apóstoles y da la cara por él.


Otra cosa a destacar es cómo Pablo vivía su vida centrado en su misión, antes era perseguir a la iglesia, ahora es ganar almas para Cristo. ¿Vivimos centrados nosotros en nuestra misión?


Pablo fue a los suyos, a la sinagoga de los helenistas, a la que él pertenecía anteriormente y debatió con ellos para hacerles ver que estaban errados y ellos quisieron matarlo de tal manera que tuvieron que llevárselo de Jerusalén a su ciudad natal, Tarso, en donde estuvo varios años y no se sabe nada de ese período de su vida.


Fijarse el detalle del versículo 31, a raíz de que Saulo dejara de ser perseguidor de la iglesia hubo como un período de paz que Dios permitió. Así que esto nos habla del fuerte liderazgo de Pablo. Dios está detrás de todo lo que le acontece a la iglesia, tanto de los períodos de paz como de los períodos de persecución porque Dios es soberano.


Quiero hacer un último apunte en referencia a Pablo antes de pasar a Pedro y la conversión de Cornelio. De Pablo quiero destacar en este punto no solamente lo centrado que siempre estuvo en su vida en el objetivo, sino también en su auto disciplina para llevar a cabo aquello que se proponía. De repente hay paz, debido a que los perseguidores de los cristianos ya no tenían un líder fuerte disciplinado y centrado. Si queremos conseguir algo en la vida, a nivel personal, familiar o en el reino de Dios, tenemos que ser personas auto disciplinadas para conseguir los objetivos, aún cuando esos objetivos sean difíciles y requieran mucho esfuerzo.


Fijarse lo que dice el mismo Pablo en 1ª Corintios 9:16-27




Dicho esto, pasa ahora la narración hacia Pedro.


Comencemos leyendo Hechos 9:43



Nos hemos saltado un par de milagros que relata anteriormente por parte de Pedro, en donde Dios usa a Pedro para sanar a un paralítico y resucitar a una mujer. Al respecto de esos dos milagros sólo quiero hacer un par de apuntes breves.


Respecto del paralítico Eneas, decir que llevaba 8 años paralítico y posiblemente durante todo ese tiempo le pidió a Dios por sanidad, no fue sino después de 8 años que recibió respuesta y en este caso positiva, porque Dios lo decidió así en su soberanía. Fue testimonio al resto de habitantes de Lida y Sarón y se convirtieron, era propósito de Dios.


Respecto a Tabita (Dorcas), nos dice la biblia que era una mujer que hacía buenas acciones y ayudaba a los pobres, aún así enfermó y murió, como cualquier persona. Dios en su soberanía decidió resucitarla, no porque se lo mereciera, sino porque así lo quiso Dios. Una vez más esto sirvió como testimonio para que muchos creyeran, pero esto no significa que así tenga que obrar Dios siempre, sino cómo Él decide en su soberanía.

Después de esto es que vemos a Pedro viviendo por un largo período en Jope en la casa de Simón el curtidor.


Leamos Hechos 10:1-8




¿Quién era este Cornelio? Era un centurión romano. Un centurión era alguien que estaba a cargo de un grupo de 100 o más soldados, y su función podría parecerse a la de un capitán de nuestro tiempo. Lucas nos dice que él estaba a cargo de la corte llamado La Italiana por lo que el número de hombres debería haber sido mayor, quizás alrededor de 600 hombres bajo su mando, de esto se desprende que estando en Cesárea que era la capital romana en Palestina y de que tenían muchos hombres a su cargo, se desprende entonces que este centurión romano tenía una vida confortable, que tenía cierto confort material y que debía gozar de cierta autoridad en la ciudad aunque no era una autoridad principal, era centurión, era piadoso en el sentido de que él era guardador de los ritos religiosos judíos.


No se nos dice que era un prosélito porque a los romanos no les atraía mucho la circuncisión, entonces convertirse en un prosélito completo involucraba la circuncisión y muchos de ellos guardaban toda la fe judía pero se les consideraba solamente hombres piadosos porque no habían dado el paso completo para convertirse en prosélitos, pero era un hombre piadoso, era un hombre que temía al Señor, que reverenciaba al Señor, era caritativo, era generoso y era un hombre de oración, realmente era un creyente Antiguo Testamentario si podemos llamarlo de alguna manera.


A este hombre de una manera sorprendente nuevamente el Señor de manera soberana le habla, ¿ustedes se dan cuenta cuál es el proceso?, Saulo iba a perseguir cristianos y el Señor se aparece y lo detiene, en Cornelio nuevamente es un hombre bueno, de oración y todo, pero el momento en que el Señor lo llama es un momento en donde el Señor toma la delantera, el Señor toca el corazón, el Señor hace algo trascendente.


Sigamos leyendo Hechos 10:9-23





Quiero destacar algunas cosas acá:


En primer lugar, vemos como por tres veces Dios tuvo que hacerle ver la visión a Pedro y aún no entendía. Así pasa con nosotros, nuestras ideas y pensamientos a veces están tan arraigadas que por mucho que Dios nos hable no conseguimos quitarnos esas gafas y ponernos las gafas de Dios para ver las cosas con sus ojos. El ser humano es cabezota por naturaleza y muchas veces chocamos en nuestros pensamientos con Dios y Él en su misericordia nos habla de varias maneras y varias veces para que entendamos sus caminos y sus pensamientos.


Aquí Dios le estaba mostrando a Pedro que el evangelio era para todos, y eso fue algo que ya les había dicho en varias ocasiones Jesús, pero que todavía no concebían. Tuvo que ser a través de Pedro, que Dios diera inicio en la iglesia a los gentiles a través de nada más y nada menos que un general romano a los que tantas ganas le tenían los judíos, sobre todo Pedro, un experto en cortarle orejas a los romanos.


Sigamos leyendo Hechos 10:24-29; 34-35; 44-48


Aquí pasó algo parecido a lo que pasó en Samaria, un pentecostés gentil por llamarlo de alguna manera y con esto cierra el libro de Hechos el ministerio de Pedro. Pedro como apóstol líder escogido por Dios establece la iglesia uniendo a toda tribu, lengua y nación, representado esto por los judíos, los samaritanos y los gentiles.


Antes de terminar, quiero destacar algunas cosas de estos versículos.


En primer lugar, vemos como Cornelio implicó a toda la familia y conocidos cercanos a que escucharan lo que el Señor quería decirles, era un hombre que se preocupaba por los suyos e hizo todo cuanto estaba en sus manos para que ellos también creyeran en Dios, esto nos debe servir de ejemplo.


En segundo lugar, Dios no hace acepción de personas, Dios nos ama a todos por igual, y entonces ¿por qué a veces parece que Dios tiene favoritos? Dios no tiene favoritos, Dios usa a quien quiere como quiere y cuando quiere, en su soberanía, pero sí que hay personas que en la intimidad viven más cerca de Dios y eso es visible, y eso Dios lo honra y su favor se hace más notable en la vida de aquellos que lo buscan de todo corazón. ¿Significa esto que Dios los ame más? No, es como un padre con sus hijos, ama a todos por igual, pero con alguno de ellos posiblemente tenga una relación más estrecha o más cercana según las circunstancias.

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